La frutería de Via Cavour, en Fidenza
Es de noche, y ahí está, con su luz cálida rompiendo la penumbra de la calle. No tiene los pasillos interminables de un supermercado ni la variedad abrumadora de opciones, pero eso no importa. Esta pequeña frutería tiene algo mejor: está siempre abierta. Como un amigo que nunca falla cuando más lo necesitas.
A veces los precios son un poco más altos, sí, pero ¿qué importa? Basta salir a buscar lo necesario y ahí está, esperándote, con sus frutas frescas y colores que destacan en la noche. Es útil, indispensable casi, para una compra de última hora, para ese antojo o ingrediente olvidado.
Estas pequeñas tiendas, con su encanto cotidiano, son parte de la vida en Italia. Un refugio sencillo y siempre disponible, donde la noche parece detenerse por un momento.
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