Un tren en retirada: recuerdos sobre los rieles de Parma a Suzzara

Subo al andén 5 y 6 de la estación de Parma. Apenas veo el tren detenido, saco la cámara sin pensarlo dos veces. Frente a mí está uno de esos vagones antiguos que poco a poco van desapareciendo, reemplazados por los modernos TPER.  

He viajado antes en ellos. Vagones gastados, asientos incómodos y ventanas que parecen acumular años de historias. En cada trayecto veía rostros de resignación entre los pasajeros, y tenían razón: en los demás andenes los trenes brillan por su comodidad y tecnología, mientras este resiste como un recuerdo de otra época.  

La ruta, al menos, no es larga: poco más de una hora y veinte minutos. Suficiente para observar el paisaje y dejar que el traqueteo del vagón se mezcle con los pensamientos. Quizá estos trenes no ofrezcan confort, pero tienen algo que los nuevos no podrán dar: la sensación de viajar en el tiempo, aunque sea por unos kilómetros.