Leer en medio del ruido: una pausa en Strada Giuseppe Mazzini, Parma


Camino por el centro de Parma y llego a Strada Giuseppe Mazzini. Es una calle viva, siempre en movimiento. Tráfico constante, autobuses que pasan uno tras otro, gente que entra y sale de las tiendas, conversaciones que se cruzan desde las aceras y el murmullo continuo de algún bar cercano. En medio de todo eso, hago esta foto.  

Hay algo que todavía me sigue sorprendiendo en Italia, incluso después de tanto tiempo: la manera en que la gente lee en espacios públicos. No hablo de revistas ligeras ni de pantallas. Hablo de libros gruesos, sin imágenes, libros que exigen atención. Y lo más llamativo no es el objeto, sino la concentración. Una concentración real, profunda, casi impermeable al entorno.  

La muchacha de esta imagen estaba allí, inclinada sobre su libro, ajena a todo lo que ocurría alrededor. Muy cerca hay dos paradas de autobús. El ruido no es poco. El paso constante de peatones tampoco. Y aun así, ella permanecía dentro de su lectura, como si hubiera construido una habitación invisible en medio de la calle. No levantó la vista. No dudó. No pareció molesta. 

He notado esta escena muchas veces, en personas jóvenes y mayores, en plazas, estaciones, bancos improvisados. Leer como acto cotidiano, como hábito integrado en la vida diaria, no como algo excepcional. Cada vez que lo veo, me detengo un poco más. Tal vez porque vengo de un lugar donde leer en público no es tan común, o tal vez porque aquí el gesto se repite con una naturalidad que desarma.  

Esta imagen no busca contar un gran acontecimiento. Es apenas una pausa. Un momento de introspección en medio del flujo urbano. Una escena mínima que, sin proponérselo, dice mucho. Para mí, eso es parte de la Italia cotidiana: personas que, incluso rodeadas de ruido, encuentran la forma de quedarse a solas con un libro. 

Comentarios

Entradas populares